Dame esos cinco…no, esos no

Publicado por: Pedro Igarza

Muchos hemos escuchado una serie de ideas sin fundamento racional acerca de los zurdos, pero son solo ellos quienes pueden dar fe de que esas ideas preconcebidas no tienen asidero en el siglo, no por ello la discriminación hacia ellos ha cesado. Así como la energía, la discriminación “no se destruye, se transforma”; es por eso que en el presente ahora vemos a diestros e inclusive algunos zurdos que mantienen vigente la idea negativa que se tiene sobre los zurdos. Algunos mitos e historias sobre los zurdos se suele filtrar, que para no resultar “agraviante” se baraja a través de una absurda broma.

No hace muchas décadas las madres y abuelas reprimían a los niños zurdos porque tenían el errada concepto de que la zurda era del demonio, además que representaba todos los aspectos negativos del hombre […] era tan nefasto el pensamiento en esa época que se llegaba a creer que la zurdera era una enfermedad que se debía combatir.¿Castigo por ser zurdo? Eso era lo que se aplicaba y no se detenían hasta lograr que el infante se convierta en un “niño normal”, diestro. Casos como amarrar la mano izquierda a la cintura, quemarles la palma de la mano, reprenderlos hasta el hartazgo e incluso asustar a los pequeños con insulsas historias, eran unos de las innumerables métodos disuasorios hacia los “siniestros”. En fin, eso ya es historia pasada, o al menos eso quiero pensar, lo que sí me parece preciso mencionar es que siendo actualmente el 11% de la población mundial (aprox.) aún no tenemos un acceso óptimo al “mundo”, carencias con respecto a objetos y actividades aún no han sido subsanadas totalmente. Como ya se habrán dado cuenta casi todas las herramientas han sido erigidas para los derechos, por tal motivo los zurdos llegan a tener dificultades para amoldarse a ellas, rifando tiempo de práctica para acostumbrarse. No se ustedes, pero en lo personal he percibido en mi entorno numerosas frases claramente discriminatorias, aunque puedan decirse sin querer ofender.

- No niño, no me ayudes en la cocina. Los zurdos no son buenos cocinando.

- Los zurdos están negados para conducir un auto.

- Ver a un zurdo realizando una actividad causa gracia.

- ¿Eres zurdo?- claramente impresionado.

- De lo malo poco.

- ¿Qué se siente ser uno de los siniestros?

- Hijo te compré un palo de golf [para diestros]

- Tu letra es como la de un niño y manchas el cuaderno al escribir.

- Lo olvidaba, tú eres zurdo.

Estas son unas de las tantas frases ridículas que he oído de parte de diestros que si bien no aplican la discriminación consciente, menosprecian a una minoría que solo busca equidad en diversos ámbitos. Para concluir, les dejó una frase propia sobre lo espectacular que es ser zurdo: “ La vida de un zurdo es tan ansiada y poco lograda por los diestros, por lo que de ellos mal se habla.”